
Impuestos y el cumplimiento de la Ley en Guatemala
Con este primer artículo se quiere crear un blog que nos permita informar, contribuir y hacer una Guatemala mejor. El objetivo principal es aportar lo relativo a la Contabilidad y a la Tributación, en pro de nuestro país, contenido que permita educarnos y fomentar una ciudadanía activa y responsable, participativa y consciente de sus derechos y obligaciones. Su finalidad es mostrar la responsabilidad tributaria como uno de los valores sobre los que se organiza la convivencia democrática.
Cuando se habla del tema de pagar impuestos, prácticamente se convierte en un tema que genera polémica, cuando debería ser algo simple, cumplir con lo que dice la Constitución Política de la República de Guatemala en el artículo 135 literal d) que indica, como parte de los deberes de los guatemaltecos, el contribuir al gasto público, en la forma prescrita por la ley, es decir no es opcional, y se debe hacer por medio de los impuestos. Guatemala, como muchos países de América Latina, está en la búsqueda de una ciudadanía responsable, que respete la ley y cumpla las normas de convivencia por voluntad propia y no sólo por imposición legal.
Uno de los grandes fenómenos que existe en la actualidad es que nos convertimos en críticos del gobierno o de ese grupo llamado “corrupto”, según el diccionario de la Real Academia Española, corrupción es la práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de las organizaciones, especialmente las públicas, en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores. Cuando se habla de corrupción, como expertos y críticos de ella, es porque visualizamos que los funcionarios utilizan mal los recursos del Estado para enriquecimiento personal, es decir incumplen lo que la ley establece que deberían ser sus funciones; ahora bien ¿qué pasa con los guatemaltecos que no son funcionarios del gobierno y el cumplimiento de la ley?
Cuando salimos a la calle en horas pico, ¿qué vemos? Personas en doble carril pretendiendo cruzar sin hacer fila, otras pasándose semáforos en rojo, motoristas utilizando las aceras, conductores o pasajeros tirando basura en las calles, conductores hablando por el celular, conductores peleando con otros conductores, una escena que no olvidaré, fue cuando un vehículo rebasó a otro, y el conductor se puso tan molesto que lo alcanzó y le lanzó tierra, ¿cómo pudo ser? pues increíble el conductor tenía un vaso con tierra y luego de eso, le lanzó agua sobre el vidrio frontal del carro, es una triste realidad que vivimos día a día, guatemaltecos exigentes y críticos del gobierno porque no cumplen con sus obligaciones y nosotros tampoco al no cumplir las leyes que rigen en nuestro país.
¿Cómo nos ven los que nos acompañan, nuestros hijos, sobrinos, amigos? Demostrando “poder”, prepotencia, que la ley es inferior a mí, manifiesto con mi conducta, que lo ilegal es normal.
Guatemala, como muchos países se ven envueltos en una cultura de excusas, responsabilizamos a otros de nuestras obligaciones y justificamos nuestras irresponsabilidades; excusas hay muchas, algunas de ellas son:
1) Si de todos modos no hacen nada,
2) No hay medicinas en los hospitales y
3) La más recurrente de todas, “para qué pagar impuestos, si igual se los roban”.
Considero que pagar o no los impuestos, es algo que se ha cuestionado desde tiempos memorables, uno de estos momentos en la historia es cuando se le hace una pregunta ético-fiscal a Jesucristo ¿Nos es lícito pagar impuestos al César o no? a lo que Jesús concluye diciendo: Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios (Lucas 20: 19-26), no se lee que diga si el César es bueno, si es justo, si es guapo, no dicta ninguna condición, simplemente dice “Dad al César lo que es del Cesar”, está bastante claro, debemos tributar, para tener derecho a exigir, debemos cumplir las leyes sin necesidad que su cumplimiento se convierta en coercitivo, propiciando como guatemaltecos una cultura de legalidad.
Para que Guatemala cambie, debe empezar por mí, por usted lector, debe empezar por ser ejemplo en casa, con la familia, con los amigos, con el entorno, debe ser un comportamiento natural, ya que es un tema profundo de educación, valor, actitud y comportamiento, es mi tarjeta de presentación que dice quién soy para Guatemala.
Mgtr. Margarita Ruiz Castañeda
“Con unas leyes justas y una administración eficiente, se consigue aumentar las rentas del reino; con buenas enseñanzas y buenos ejemplos, se conquista el corazón de los súbditos…”
Confucio